domingo, 19 de diciembre de 2010

Sentir sin sentir... ¡Es Navidad!


Es navidad, es la época en la que estamos con todos nuestros seres queridos, en la que les dicimos (aunque debería ser todos los días) con más sentimiento e intención, que se les quiere.
Es la época de compartir, hablar, comer y beber en familia..
Es la época en la que los esposos, novios, amigos o algo más se besan, abrazan y comparten, esperando que el próximo año en sus vidas sea mejor o igual de bueno.

No puedo describir todo lo que implica la navidad, mejor de lo que lo hace la famosa película Love Actually, vista por muchos y por otros no tanto, pero deberían.

En esta ocasión todo lo bonito es muy cierto, pero también es cierto y doloroso, ver como las cosas incluso en esta época no son, están o salen como uno quisiera. Lamentablemente la llegada de la navidad no impide que las cosas sigan su curso normal; me refiero, a que esta gran celebración no detiene el hecho de que las parejas se separen o que las que deben estar juntas no lo hagan, que lazos familiares se rompan, que muchos digan “Enough. Enough now” o que simplemente se siga estando solo.

La navidad debería ser, pero a veces es, y otras tantas no.

En teoría es época de risas y alegrías pero ¿qué pasa cuando en la práctica no se tiene dentro, en el corazón, risas ni alegrías? ¿Cómo se hace para lidiar con esa disyuntiva? ¿Cómo sentimos sin sentir?

Quien tenga las respuestas a estas preguntas y más allá de eso, la solución, bienvenido sea, le escuchare/leeré con toda mi atención; mientras tanto, mi opinión es que hay que sobrellevarlo; manejarte y lidiar con esa mescolanza de emociones, no negarte a sentir pero tampoco centrarte en lo que no tienes porque en algún momento lo tendrás. Soy una fiel creyente de que todo tiene su momento y que sin darte cuenta estará a tu lado esa compañía que tanto deseas(deseo). 

Todo lo anterior me lo digo a mi misma para darle calma, cordura y consuelo a mi corazón y mente. No se si es cierto, pero prefiero (y siempre será así) tener y mantener mis esperanzas que resignarme a la soledad, porque a decir verdad sería una posición muy fatalista y pesimista a mis solo 21 años. Ahora es que queda camino por recorrer, esperemos entonces, que traiga buenas cosas.

Mientras, les deseo a todos UNA MUY FELIZ NAVIDAD y que este nuevo año esté lleno de todo lo que ya tenemos, lo que queremos tener y lo que sin saberlo merecemos tener. Que esté lleno de prosperidad y de lo más importante, que esté lleno de AMOR; amor por nosotros mismos, por la familia, por los amigos y por el de al lado, le conozcamos o no. Porque a fin de cuentas “Love actually is all around”

Y para no dejar de cumplir con la tradición (o cliché):
FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO 2011

domingo, 12 de diciembre de 2010

Ausente pero presente.


Estaba allí, en ese estacionamiento, rodeada de decenas y decenas de felices parejas bailando, llenas de alegría y amor;  en medio de mucha felicidad, pero con un corazón necesitando gritar y lágrimas luchando por salir; con el cuerpo entumecido de tanta música y sonidos dentro de él, pero con ningún otro par de pies que le ayudaran a drenar. Estaba allí, rodeada de unas cuantas miles de personas pero sola, emocionalmente sola.

“Señores esto es lo que se le dice a la mujer de ahora. Disfruten” dice uno de los cantantes y comienza a sonar “Te quiero dulce y bonito” de Guaco. ¡Ja! (pienso en voz alta) como si ya no estuviese rodeada de suficiente ironía, suena esta canción.

Canción que ratificó, acentúo y recordó (aunque es imposible de olvidar) que no hay nadie. Que no hay nadie que le diga eso, a esta mujer “de ahora”.

Dicen algunos, que en medio de la soledad te encuentras a ti mismo, te conoces y maduras para la próxima relación que te corresponda tener, pero ¿uno se da cuenta de eso? ¿Cómo sabes cuando te encontraste, te conociste y/o maduraste? ¿Hay acaso algo que te lo indique? Pues... no lo creo. Lo único que sé, es que la soledad se hace cada vez más fuerte y tangible, que siempre está en latencia, que está ahí, ausente pero presente y que no hay nada que me revele o señale que pronto se irá.

Frente a esto, yo no tengo idea de cuando me llegará el momento de volver a sentir, de reír con solo pensar en alguien, de no soportar no saber de ese alguien, de arreglarme nerviosamente cuando este por verle y de generar comentarios incómodos, pero graciosos al no poder controlar mis nervios cuando esté en su compañía. ¿Cuándo sucederá todo lo anterior? No tengo la más mínima idea, pero de lo que sí tengo idea, y vaya que está muy clara, es que muero por sentir, reír y actuar así, otra vez.

Sólo sé (o prefiero creer) que en algún momento llegara ese otro par de pies que me harán compañía, bailaran conmigo, me darán alegría y me dirán (espero que así lo hagan) “Te quiero dulce y bonito”. Mientras eso pasa, la soledad seguirá aquí, ausente pero presente, y yo, esperaré intentando no desesperar.


"Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan(...)" PN

viernes, 3 de diciembre de 2010

A una persona. A una amiga. A ti.

Hay cosas que uno no sabe que quiere y otras que estás seguro de no querer.

Hay momentos con los que sueñas, otros que no quieres repetir y los más bonitos: los que nunca imaginaste tener.

Son seguridades o inseguridades que nos acompañan toda la vida y que siempre estarán determinadas por el momento y el espacio en el que estemos, y más aún por las personas que nos rodeen para ese entonces.

Ubicándome en cada una de esas seguridades e inseguridades y hablando de personas puedo decir que siempre quise tener una persona con la que tuviese la confianza de hablar desde el sexo y el físico humano en general, hasta los sentimientos y conocimientos intelectuales. Siempre he soñado con un viaje de amigas y siempre he querido (y sigo queriendo) a alguien que no me juzgue, que me hable cuando sea necesario y que cuando no, calle; pero lo que nunca me imagine tener (y gloria a Dios que sucedió) fue encontrarme en el excelente momento de estar tomando vino tinto con esta persona al frente y una luz de vela entre las dos.

Esta persona a la que me refiero es con la que desde hace días quiero llorar y que ella llore conmigo (aunque tiene una opinión un poco fuerte con eso de llorar en público).
Es aquella que desde hace semanas me ha acompañado, apoyado y calmado virtualmente.
Es a la que desde hace meses le quiero dar un abrazo para así, poder "explotar" en su hombro y tenerlo como apoyo.
Es alguien a quien admiro profundamente por su inteligencia y capacidad. También por su aptitud y su actitud.
Es para quien sé, fui un apoyo en un momento muy difícil y que también sé que no quiere repetir.

Esta persona es un PALO de amiga y a la que (relativamente) en poco tiempo aprendí a ADORAR.
Es una caraja con la que sé que puedo contar.
Es ese "bella" por Messenger todas las noches (o casi todas) que implica conversaciones hasta tarde.
Es ese "mañana sí nos vemos" que nunca sucede y por último, pero no, menos importante es con quien desde hace meses quiero acabar trapos.

Puedo rayar en lo cursi pero para mi no hay relación más importante que la que se tiene con tu familia y la que se tiene con tus amigos, y para mi, eres una amiga. Por eso esa persona eres tú y sólo quiero agradecerte por estar ahí, por ayudarme y apoyarme a pasar del miedo a la acción, por no juzgarme y por quererme.

Gracias.

Espero vengan muchos años más llenos de tristes y felices momentos, porque al final del día y de la vida, ésta, está llena de ellos y es sólo en ellos que nos conocemos y conocemos a quien tenemos al lado.

Espero vengan muchos años más de esta bella, y vamos a asumirlo, extraña amistad.