lunes, 29 de agosto de 2011

Los Ex y su regreso...


Ellos, que te acompañaron, te hicieron reír, llorar (de alegría o tristeza), suspirar, creer, crecer y querer.

Ellos (él), que fue tu novio por 1,2,4 o 6 años (o meses) y que durante ellos (sin importar la cantidad de tiempo) fuiste feliz.

Ellos, que estaban y ahora no… son los EX. Los recuerdas, extrañas y quieres, como alguien que fue importante, sí, pero los quieres.

Son ese “ente” que siempre estará contigo. A él puedes no verlo o escucharlo más, incluso no saber nada de su persona pero siempre estarán contigo los momentos, risas, lagrimas, salidas, canciones y películas a su lado. En definitiva, son un fantasma que te acompañará siempre, porque el cuerpo que ahora está en otro lado, fue, en su momento, parte de tu vida.

Ellos terminan siendo sólo huellas marcadas en la tierra de un camino que fue recorrido,  pero qué pasa si estas huellas se convierten nuevamente en pasos, si ese fantasma decide volverse cuerpo, ¿Qué pasa si el EX vuelve (amistosamente) a tu vida?

Pregunta que muchas mujeres se hacen y otras evitan hacerse. Unas lo rechazan de lleno, a otras le da curiosidad, unas cuantas lo desean y a otras tantas les da igual. Pero siendo sinceras (por una vez en la vida, tratándose de hombres) ¿Estamos dispuestas a aceptar ese regreso?

¿ES POSIBLE SER AMIGA DE TU EX?

Yo decía que si, que no hay necesidad de estar como perros y gatos con una persona con la que estuviste como tórtolas, pero el día de hoy creo que esa opinión puede estar en peligro de extinción.

¿Puede una relación apasionada pasar cómodamente al casillero de la amistad? Pregunta que quiero responder pero no se como; mientras permítanme recrearles mi situación actual:

Hoy tuve mi primer encuentro luego de 1 año y tantos meses con mi Ex, el cual estuvo en mi vida durante 4 bonitos/duros/difíciles/esplendidos años y dicho encuentro fue una de las situaciones mas confusas que he tenido en mi vida. Hablábamos pero callábamos, queríamos preguntar pero no lo hacíamos, queríamos mirar pero volteábamos, queríamos ser sinceros pero mentíamos. Queríamos seguir pero paramos. Y es que en realidad… ¿Cómo eres un simple amigo de alguien que era más que eso?

¿Cómo besas en la mejilla a alguien al que le has besado hasta el alma (y viceversa)?

¿Cómo no puedes preguntarle si te extraña si es eso lo único que tu cerebro quiere saber?

¿Cómo evitas el contacto físico con alguien del que no te podías/querías separar?

COME ON! ¿Somos tan débiles y frágiles como seres humanos que evitamos entrar en estos terrenos pantanosos para no quedar atrapados en ellos?

En realidad son tantas preguntas sin respuestas que escribirlas me llevaría la vida entera y otra más responderlas. Lo único que tengo claro es que una relación de años no se acaba únicamente por capricho y que probablemente retomarla sólo haga que a nuestras vidas vuelvan todos los problemas que nos llevaron a terminarla. Como dicen por ahí: “Barajita repetida, por mas que te guste, no llena el álbum”

Es que si bien es cierto que no sentir emoción, alegría, nostalgia y nervios al verlo y al despedirme fue IMPOSIBLE y que debí haber dicho o hecho algo para extender el encuentro y darle un poco mas de sentido, no puedo evitar el hecho de que el verlo y saber que está bien sin mi y yo bien sin él fue ABSOLUTAMENTE TRANQUILIZADOR. Pero con lo anterior viene la pregunta más masoquista del mundo (porque las mujeres somos EXPERTAS en el masoquismo y el autosabotaje): ¿Qué seria de nosotros si siguiéramos juntos? Y luego de hacerla me digo: “JODER! ¿De verdad quiero saberlo?” Bueno, sin duda alguna me lo pregunto, pero efectivamente no se si quiero saberlo y como tampoco puedo responderlo prefiero pensar que fue lo correcto, en vez de creer que debí seguir con él y que sólo he perdido el tiempo.

La realidad mujeres, es que ese Ex ya no está, o bueno, no estaba y si volvió sólo yo (ustedes) decidimos si lo dejamos entrar a nuestras vidas a nivel sentimental (otra vez) o si se queda en el casillero de la amistad.  SÓLO NOSOTRAS, NADIE MÁS. Pero como "regalo" les tengo la siguiente Conclusión/Recomendación: Querida compañera de genero si va a dejar permanecer a ese hombre sólo como amigo, pues que sea lejano, de los que casi no se ven, así evitara el desgaste mental. Si no es así, si dejará que se quede como "amigo cercano” asuma con dignidad y asimile el hecho de que probablemente lo sean y que la cama será su lugar preferido.

lunes, 22 de agosto de 2011

Cupido y su (ex) trabajo


Carrie de Sex and the city lo dijo y al escucharla todo cobró sentido: “Cupid has flown the co-op!”. Esta frase logró definir (por fin) la situación emocional que tengo en este momento con el mundo y el universo.

Es cierto, Cupido decidió que simplemente no va a cooperar, no va a seguir en el jueguito absurdo de lanzar flechas y crear parejas, se cansó. Dijo, muy a lo Andrés López, “Deje así, papito, deje así”.

Dejando, efectivamente, a nuestra merced todo el tema de ligar, seducir, incitar o lo que sea que hacia él y que ahora tenemos que hacer nosotras; OJO no digo que eso nunca lo hagamos, pero si creemos en la leyenda del personaje y en su trabajo, la unión y el destino de ser pareja no lo propiciaría una misma si no él, quitándonos entonces trabajo por hacer.

Pero al parecer eso ya no es así, ahora le toca a una como mujer buscar, incitar, seducir, producir y lograr que ese persona piense que eres -al menos- medianamente interesante como para acercarse a hablarte y ¿quien sabe? Quizás invitarte a salir. Tooodo esto para mujeres que tienen astucia, sex appeal y buenos y atrevidos "come back" no es nada. Ellas lo logran con 5 minutos de conversación, 2 o 3 miradas intensas y 1 o 2 buenas meneadas de cabello (tiene que ser LA melena, of course).  Sin embargo, lo decadente de todo este asunto es que las mujeres que no tenemos nada de lo anterior o que no lo sabemos utilizar bien sea por falta de experiencia o de seguridad, nos terminamos j*diendo porque o no encontramos a nadie ya que no "sudamos" eso que otras mujeres sí y que hace que le lleguen hombres como moscas o simplemente cuando nos llega algún potencial partido no sabemos que decir ni como actuar para que se quede ahí al menos hasta que una invitación a comer suceda y generalmente como ni una ni la otra situación se materializan termina una saliendo del lugar (inserte aquí el local social de su preferencia) de la misma forma en la que entró: SOLA.

A todas éstas, como posible consejo/consuelo dicen que la única solución para las que no somos "naturalmente atractivas" es no es fingir, ser una misma, para que así el que llegue y se quede lo haga porque fuiste la que le gustó y no toda una farsa. En realidad si eso funciona o no, no lo se, pero si quisiera tener al menos la oportunidad de que llegaran potenciales partidos, si se quedan o no ya lo veremos luego, pero creo que merezco tener las suficientes oportunidades para descifrarlo. Bueno, en realidad es un derecho que toda mujer con este problema merece: Tener suficientes oportunidades para aprender, conocer y no estar deseando o anhelando aunque sea una sola oportunidad.

Al final de todo este cuento sólo queda seguir atentas y resignarse a hacer el trabajo que antes era de Cupido y ver si en algún momento obtenemos por lo mínimo el derecho y bueno, quien quita y con él llega el chico también.

miércoles, 17 de agosto de 2011

De las SEÑALES y la REALIDAD


Durante generaciones y generaciones de hombres y mujeres se ha creado el GRAN MITO de las señales, esos pequeños indicios a la hora del “coqueteo” que te muestran si vas o no por buen camino o si esa persona quedó enganchada contigo o no. Las mujeres somos fanáticas de ellas, nos encantan guiarnos y actuar por ellas.

Las señales: Son esas “normas” que, supuestamente, tras un aprendizaje cual tabla de multiplicar y fe como si fueran una religión nos harán sentir seguras y que tenemos a Dios “agarrado por la chiva”, en definitiva nos asegurarán que el chico ya es nuestro. Pero en realidad no es así, resulta que en este juego (el amor) están la excepción y la regla. Puedes ser una más del montón a la que estas señales no le funcionaron ni para que le pidieran su numero o la excepción, ese pequeño grupo de mujeres con historias únicas que en nada tienen relación con las “normas”, que en principio, aplican para todas. Ese grupo de mujeres que desafiando toda lógica popular encontraron a ESA persona a la típica manera romántica Hollywoodense.

Pues fíjense, nosotras SIEMPRE estamos en ese camino entre uno y otro extremo. Todas queremos ser la excepción, que nuestra historia sea distinta, que sea ejemplo y que con ella se den consejos, en fin, que sea única. Pero la mayoría caemos en la regla, porque admitámoslo, este juego tiene tanto del elemento azar como lo tiene una rifa en fiesta infantil. Muchas representantes de nuestro genero van de hombre en hombre esperando encontrar al indicado, otras simplemente esperan, sin muchas emociones o expectativas a que llegue (si es que ha de hacerlo) y otras (no pocas) se cierran, deciden no sentir y por ende mucho menos buscar.

Todo este asunto desemboca en la simple conclusión de que hay tantas historias como vidas en este planeta. No podemos creer que una experiencia ajena guiará ahora la tuya, que un consejo que le sirvió a la amiga de tu amiga te servirá a ti y que lo que queremos lo encontraremos tal cual lo deseamos y sin un solo detalle que nos moleste, porque eso no es así. La realidad es que nada saldrá como lo planees y nada será como lo quieras, porque (creo FIELMENTE en esto) cada quien tiene su destino, su suerte, su libro y el autor de ese libro no eres sólo tú, es todo lo que te rodea, tus decisiones, las acciones de los otras personas que te afectan a ti y un millón más de variables que escapan de tu control.

Dicho todo esto la consecuencia natural es preguntar: ¡¿Qué coño hago entonces?! Pues manten la calma y simplemente deja que fluya, no lo fuerces y mucho más importante: NO te guíes por la experiencia de otro.

Sal, camina tu calle, trota tu zona, corre tu pista, voltea y ve tu acera, siéntate en tu banco favorito del parque, párate, fuma (o no), bebe, baila, ríe, disfruta y sigue, sigue. Pero siempre atenta y pendiente de todo y todos, porque en cualquier momento te puede llegar la oportunidad de escribir junto a tu persona especial el momento clímax del libro. No te lo querrás perder, porque incluso podría resultar mejor de lo que esperabas.

De la forma que sea, como regla o excepción, al final del camino hay una sola y verdadera norma: DEBEMOS CREER, creer que nuestro libro que hasta ahora puede que tenga escrito sólo monólogos, en algún momento tendrá un diálogo, un diálogo sin señales o indicios, donde no necesitaremos nada más porque será justo el que esperábamos y del cual nunca querremos cansarnos.

viernes, 12 de agosto de 2011

Él, los nervios y tú(yo)


A ver… siempre nos debatimos entre hacer y no hacer en cada espacio y ámbito de nuestras vidas pero donde más nos sucede SIN DUDA ALGUNA es en el “QUÉ PASA”, sí, ¿la conocen? Es esa fase en la que sabes que hay toda una vibra extraña con esa persona pero no lo logras definir muy bien y al parecer esa persona tampoco.

Bueno, es justo en ese momento en el que empieza nuestro cerebro (femenino) a hablar y que digo hablar, a gritar (histéricamente) un diálogo/monólogo que ni una misma entiende:
-       ¿Me miró?
-       No, no me está viendo.
-       Me vio cuando lo mire FUCK!
-       Ahí viene, ¿qué hago? Me voy a mover porque no hay espacio.
-       ¿Le hablo?
-       No, mejor que me hable él.
-       ¿Querrá decirme algo?
-       Ojala!
-       Etc, etc, etc.

Es AGOTADOR!!! ¿Verdad?

Pues, nosotras, las mujeres, no dejamos de pensar cuando estamos al lado de un niño que nos genera emoción y esos son, SEAMOS SINCERAS, los peores y más inútiles pensamientos. Porque no agregan nada a la situación real, NADA, de hecho, le resta, porque estamos tan ocupadas (y preocupadas) pensando que no nos damos cuenta que se nos acaba de pasar la oportunidad PERFECTA para hablarle. Absurdo.

Por eso debemos centrarnos y concentrarnos en simplemente NO PENSAR, SÍ, NO PENSAR, relajarnos, dejar que las cosas sucedan sin forzarlas y no ahogarnos en un mar de nervios, porque aparte… SE NOTA. Es horroroso. En el mismísimo instante en que te sientas nerviosa, sin saber que hacer y perdiendo el control de ti misma, en ese preciso momento él también lo notará, TE LO JURO y de verdad, no creo que eso sea lo que quieras que él recuerde de ti.

Por eso toma en cuenta estos pasos:
1.- “Don´t worry”
2.- “Go to the flow”
3.- “Relax, take it easy” y
4.- “Enjoy and laugh”… verás como todo se da solo.

Pruébalo, te puede resultar.

EXITO.